Constancia a la hora de aprender idiomas

Ya hemos escrito un par de artículos sobre la importancia de ser constantes a la hora de aprender idiomas y con el de hoy cerramos un pequeño ciclo sobre este tema básico pero a la vez tan importante.

En el anterior artículo apuntábamos a la que quizá sea una de las claves para poder aprender idiomas de una manera eficaz y segura: el trabajar todos los días un poquito.

Esta es la base de cualquier aprendizaje o tarea que requiera de tiempo y esfuerzo. Por muy bueno que sea el método de aprendizaje que estemos siguiendo o por muy completos que sean los libros o el material didáctico que estemos empleando, si no trabajamos todos los días un poco, de nada nos servirán.

Los métodos de aprendizaje te proporcionan una guía para aprender las partes más básicas del lenguaje, algo así como la “estructura” que da soporte al idioma, pero para acabar dominando un lenguaje concreto, en este caso el inglés, hay que practicar una y otra vez, utilizarlo a menudo, realizar acciones y tareas con este idioma un día sí y al otro también, hasta que interioricemos su uso de manera natural e innata.

Para aprender bien un idioma hay que realizar una verdadera inmersión lingüística y, dado que no todo el mundo puede irse a vivir o trabajar al extranjero, lo más fácil es emplear el lenguaje en nuestra vida cotidiana, vivamos donde vivamos. El inglés se aprende a base de usarlo, así que lo mejor que podemos hacer es ponernos manos a la obra.

Siempre hay algo que podemos hacer en inglés, no tiene por qué ser hablar con otros, escribir o hacer los deberes que nos mandan en nuestras clases semanales. Podemos leer un montón de interesantes artículos incluidos en las miles de páginas web que componen Internet y donde el inglés es, quizá, el idioma más utilizado.

Si somos más clásicos, quizá podamos hacernos con alguno de nuestros libros preferidos en inglés, comprar revistas y publicaciones especializadas en inglés o incluso cómics, ahí entra ya el gusto de cada uno.

También podemos escuchar numerosos programas de radio en inglés o los famosos “podcast”, tan de moda últimamente. Hay un montón de profesionales que nos proporcionan material gratuito para aprender inglés o no tenemos porque aprender inglés directamente sino escuchar programas sobre cualquier otra temática pero que sean realizados usando este idioma, así incluso puede ser más entretenido: aprenderemos inglés y otras cuestiones al mismo tiempo.

Si hablamos de programas de televisión, series o películas en inglés, la oferta es inagotable. El sector del ocio y el entretenimiento se pone de nuestro lado en estos casos, así que no tenemos excusa para no dedicarle todos los días algo de nuestro tiempo al aprendizaje del idioma de Shakespeare.

Cuando acudimos a clases de inglés, a menudo el profesor o profesora nos manda deberes o tareas para que las hagamos en casa durante nuestro tiempo libre pero, en realidad, no haría falta llegar a este punto. Nosotros mismos tenemos que ser conscientes de que tenemos que trabajar todos los días un poquito en casa ya que, por muy bien que sepamos un idioma, si no lo seguimos utilizando habitualmente, se acaba olvidando. Es así de simple, terrible pero cierto.

Para alcanzar un nivel avanzado en cualquier idioma tienes que echarle tiempo, horas y horas, días, meses e incluso años de tu vida. Esto es una realidad innegable y siempre será mejor echarle media hora todos los días que ponerte 5 horas a estudiar un solo día. Desde luego así resulta más llevadero y nuestra mente se sobrecarga menos, por no hablar de que es más fácil que asimilemos mejor todos los conocimientos adquiridos.

Hay gente que prefiere ponerse a estudiar intensamente durante una temporada, dedicándole muchas horas diarias porque tiene algún objetivo que cumplir (presentarse a un examen, prepararse una entrevista de trabajo en inglés, viajar al extranjero, etc.). Tampoco está mal, siempre y cuando después de ese periodo intenso de dedicación al idioma no lo abandonen por completo.

Además de ser constantes a la hora de trabajar el lenguaje, es importante que busquemos las herramientas adecuadas para memorizar nuevo vocabulario y expresiones en inglés con el objetivo de empezar a emplearlas por nosotros mismos lo antes posible.

Al principio es probable que te equivoques a menudo pero es normal, no pasa nada por cometer errores siempre y cuando aprendas de ellos. Hay que emplear el idioma en cualquier ocasión que se nos presente y perder la vergüenza, si nos equivocamos ya habrá alguien que nos corrija y si no nos sabemos expresar bien, o no recordamos alguna palabra o frase, siempre suele aparecer alguien amable que nos echa una mano.

Muchos profesionales afirman que cuanto más utilicemos el idioma y más nos equivoquemos, antes aprenderemos. No hay que tener miedo de probar vocabulario y expresiones nuevas o de tocar temas que no “controlamos” bien, a pesar de que podamos equivocarnos.

Para aprender hay que equivocarse antes. El problema es que nuestro sistema educativo castiga los errores con “malas notas” y suspensos, eso nos marca profundamente para el resto de nuestras vidas adquiriendo, en algunos casos, absoluto pavor al hecho de poder equivocarnos y que se nos considere unos “fracasados”.

Aunque en el colegio nos enseñan que para progresar hay que acertar siempre, en el mundo real en el que vivimos sucede más bien todo lo contrario: para alcanzar el éxito en cualquier faceta, es muy común equivocarte previamente en muchas ocasiones. Incluso se podría decir que es casi necesario que nos equivoquemos alguna vez para poder aprender de nuestros errores y seguir adelante con la lección bien asimilada. En definitiva, se trata de caerse y levantarse una y otra vez, sin complejos y sin ningún miedo.

Obviamente, cuando nos examinamos tenemos que intentar cometer el menor número posible de errores para lograr nuestro objetivo de aprobar y conseguir un título, si llegara el caso. Sin embargo,  en la vida real a menudo podemos cometer ciertos errores gramaticales o de vocabulario y que la gente nos entienda aún así. Ya iremos mejorando poco a poco pero mientras tanto no hay que tenerle miedo al hecho de comunicarse con otros o hablar en público usando el inglés.

Con suerte, algún día llegaremos a dominar el idioma y los errores que cometamos serán mínimos pero, hasta entonces, podemos sacarle el máximo provecho a nuestras habilidades lingüísticas con el inglés para realizar numerosas actividades y divertirnos aprendiendo.

En estos casos, lo importante es no perder de vista nuestro objetivo final, que no es otro que aprender un nuevo idioma y utilizarlo desde el minuto uno. Para ello hace falta un trabajo constante y, por qué no decirlo también: un poquito de sentido del humor para no sentirnos mal cada vez que nos equivoquemos.

Nada más por esta semana, salvo deciros que desde Academia Dublín os invitamos a disfrutar del increíble proceso que supone aprender cualquier idioma y más concretamente  el inglés, el idioma que tanto nos gusta y apreciamos. ¡Esperamos trasmitiros nuestra pasión y entusiasmo y aprovechamos para desearos un feliz fin de semana!